martes, 22 de abril de 2008

Presente y futuro de Nafarroa Bai.

Tras las elecciones generales del pasado 9 de marzo, a título personal, saco algunas conclusiones sobre sus resultados y los nuevos retos de Nafarroa-Bai .

Primero, constatar que el 84 % de la ciudadanía ha apostado por el bipartidismo, el PP y el PSOE han obtenido, conjuntamente, su mayor porcentaje de voto en unas elecciones tras la constitución del 78; esta tendencia al bipartidismo cuenta con el apoyo creciente, interesado e incondicional de los poderes económicos y mediáticos del estado español.

Segundo, nos guste o no el PSOE ha monopolizado el voto progresista y de la izquierda parlamentaria gracias a una monotemática y presidencialista campaña basada en el “voto útil” y “el miedo a que viene el PP”.

Tercero, el fracaso del actual proyecto político de IU es un fracaso que no solo se debe a un sistema electoral injusto, la IU de Anguita con el mismo sistema electoral obtuvo 21 diputados en las elecciones del año 96, sino que también se debe a una abstención crítica de muchos ciudadanos de izquierda defraudados con su incapacidad para diferenciarse y hacer una oposición de izquierdas real, desde el parlamento y desde la calle, a un gobierno del PSOE.

Cuarto, la volatilidad del voto de la parte más acomodada y conservadora del electorado de los partidos independentistas de derechas, PNV y CIU sobre todo, ante el miedo de que el enfrentamiento y la confrontación con los poderes del estado español conlleve la pérdida de parte de sus privilegios como clases acomodadas.

Quinto, el estancamiento, sino retroceso claro en Navarra, del voto de la izquierda abertzale oficial cuyos resultados en ningún caso han sido superiores a los obtenidos en las elecciones del 2004, cuando apostando por el voto nulo obtuvieron un 7,6 % en la CAV y un 4,4 % en Navarra, conjuntamente alrededor de 120.000 votos, que no son pocos en cualquier caso.

Sexto, una vez más queda acreditado con el asesinato del militante socialista Isaías Carrasco, la instrumentalización que hacen el PP, el PSOE, el estado y los medios de comunicación ante la irracional violencia de ETA contra cualquier alternativa que desde la CAV o Navarra defienda el derecho a decidir de nuestro pueblo.

Séptimo, la inexistencia de un proyecto unitario alternativo al PSOE donde desde el respeto al derecho de decidir de cada pueblo y la defensa de un programa progresista y de izquierdas se pretenda una transformación real, más justa, más sostenible y más democrática de la economía, de la sociedad y del poder. En Navarra y Galicia, con Nafarroa Bai (19 %) y el Bloque Nacional Gallego (12 %) y también en Iparralde con la aparición de Euskalerria Bai, marcan el camino que muchos hombres y mujeres de izquierdas, nítidamente críticos con las formas y contenidos de hacer política del PSOE, reclaman.

Tras este breve análisis, extrapolable en términos generales también a Navarra, en mi opinión es ya hora de que en Nafarroa Bai tomemos la iniciativa política y avancemos, cuantitativa y cualitativamente, si queremos ser la referencia mayoritaria para los navarros y navarras progresistas y de la izquierdas real.

Nafarroa Bai debe seguir trabajando por incorporar a la coalición a nuevas sensibilidades, Nafarroa Bai somos todos los que estamos pero podemos ser muchos más para el cambio, progreso y normalización que necesita Navarra.

Tras cuatro años de existencia Na-Bai debe consolidar y mejorar su estructura y organización interna, dando voz y participación directa a cientos de navarros y navarras que sin pertenecer a ninguno de los partidos y grupos de independientes que conforman Na-Bai quieren trabajar en el día a día de la coalición. Todo ello combinando el respeto a las diferentes sensibilidades con la más absoluta fidelidad al proyecto, programa y a las decisiones mayoritarias.

Tenemos que aprender a gobernar nuestra diversidad si queremos gobernar Navarra, para llevar a posiciones más avanzadas a la mayoría de los ciudadanos de Navarra que se considera, con razón, con convicción y con todo derecho como progresistas y de izquierdas.La desaparición de Na-Bai va a ser el principal objetivo político de UPN, PSN-PSOE y HB en los próximos años, no les demos facilidades y sigamos construyendo acuerdos y estructuras más democráticas y participativas que tanto echamos en falta y criticamos en ojo ajeno, ya que, Na-Bai debe centrarse en dar respuesta a los problemas que tiene y padece la ciudadanía navarra.
Na-Bai de forma prioritaria debe responder a las serias dificultades económicas que una importante parte de los ciudadanos de navarra van a tener, después de años de enormes beneficios para los bancos, constructores, multinacionales y grandes empresas.

Na-Bai debe priorizar su trabajo político en la defensa de los intereses de la mayoría de la sociedad para que, una vez más en tiempos de crisis, no sean los trabajadores, pequeños comerciantes y autónomos quienes paguen los platos rotos.

Na-Bai de forma prioritaria debe poner en el debate político de Navarra lo que le importa y afecta a la ciudadanía de Navarra. Propuestas concretas que defiendan y refuercen los servicios públicos (sanidad, educación, infraestructuras, viviendas, transporte, etc.).

Propuestas avanzadas para intervenir contra la especulación económica neoliberal, contra el fraude e injusticia fiscal. Propuestas viables que profundicen el actual estado de bienestar y que aspiren a alcanzar los niveles de la europea de los 15, sin recortes en los aumentos salariales y sin contratos basura.

Propuestas solidarias que promuevan una economía justa en su distribución geográfica y sostenida medioambientalmente, que inviertan en la recuperación de nuestra lengua, el euskera, en cultura y en I+D+I.

Propuestas sin retorno, que profundicen en nuestra capacidad de autogobierno y poder de decisión.Na-Bai, desde la ética y el respeto de todos los derechos humanos, debe dar prioridad en su trabajo a los problemas reales de la mayoría de la sociedad, de los movimientos sociales y vecinales, de los sindicatos, de las asociaciones culturales y profesionales, ya que, nuestra voluntad es transformar Navarra y para ello es imprescindible alcanzar acuerdos de progreso que posibiliten desplazar de las instituciones a la derecha más conservadora, UPN-PP, de la instrumentalización que hacen del poder para sus intereses económicos y personales, y esto, en los próximos años va a depender en gran medida de la fuerza, de la unidad y del trabajo político de Nafarroa Bai, nosotros si debemos asumir nuestras responsabilidades y compromisos electorales, en caso contrario habremos desaprovechado una ocasión histórica para hacer otra Navarra posible.

Reflexiones ante el 9 de marzo.

A pocos días del 9 de marzo muchos ciudadanos navarros que se sienten de izquierdas o progresistas, independientemente de sus sentimientos identitarios, aún no tienen decidido el sentido de su voto, no tienen decidido a que formaciones políticas van a votar y en que personas van a depositar su confianza para la defensa de una Navarra más justa, más solidaria y más libre.

Y a esos ciudadanos, antes de proponerles mi voto, me gustaría hacerles algunas reflexiones.

Una vez descartada la abstención, porque facilita directa o indirectamente el gobierno de la derecha más conservadora y extremista de europa, una derecha integrista, homofóbica, xenófoba, militarista y antisocial, representada por la opción del PP y su sucursal en Navarra, UPN, y también una vez descartada la abstención, por haberlo solicitado una autista ETA que hace oídos sordos a la voluntad del pueblo, que sigue dando la espalda a la sociedad civil y se empecina en continuar con una violencia que solo produce terror, dolor e injusticia, que impide el desarrollo de los movimientos sociales más combativos, que produce división, odio y sufrimiento entre abertzales progresistas y de izquierdas y que sigue siendo el instrumento más útil del estado para negar el derecho a decidir de nuestro pueblo.

Mi primera reflexión es recordar a la sociedad civil navarra que el día 9 de marzo no solo está en juego la elección del próximo presidente del estado español, el próximo día 9 vamos a elegir a los representantes de Navarra en el parlamento central, vamos a elegir a las personas que deben defender nuestros intereses económicos, nuestra idiosincrasia, nuestra pluralidad cultural y nuestros derechos históricos, pero además de todo esto, que ya es mucho, vamos a elegir junto con el resto de pueblos y regiones que conforman el actual estado español el parlamento donde se decidirán las leyes que definirán nuestros derechos políticos, sociales, económicos y laborales de los próximos años.

Mi segunda reflexión es recordar a la ciudadanía navarra que el día 9 de marzo, que pese a las enormes diferencias existentes entre el UPN-PP y PSOE en materia de modelo y derechos sociales (dependencia, matrimonio homosexual, violencia de género, memoria histórica, etc,), ambos partidos vienen practicando un modelo económico muy similar. Un modelo donde los derechos sociales tardan años en consolidarse, sino retroceden, por falta de recursos económicos. Un modelo donde los bancos, las multinacionales y los que más tienen, ya sea en tiempo de crecimiento o de crisis, más ganan, mientras el poder adquisitivo de las rentas de los trabajadores, pequeños autónomos y comerciantes siguen bajando. Un modelo donde sus pactos presupuestarios en las instituciones siguen arrojando superávit millonarios mientras se deterioran los servicios públicos (sanidad, educación, transporte, etc) por falta de recursos. Un modelo donde la especulación y la corrupción económica campan a sus anchas mientras no se persigue el fraude fiscal y se permiten los paraísos fiscales.

Mi tercera reflexión es recordar a la ciudadanía navarra que el día 9 de marzo también vamos a elegir las formas y maneras de hacer política, vamos a elegir una forma de hacer política, necesariamente ética y democrática desde la izquierda y el progresismo, donde los slogans electorales se deben cumplir, donde no quepa el engaño, donde no demos el gobierno a los herederos que persiguieron y mataron a tantos y tantos anti franquistas, donde los acuerdos se hacen sobre programas, con luz y taquígrafos y no en trapicheos oscuros, donde los intereses de un pueblo están por encima de los intereses y miedos electorales de un partido, donde las cuestiones propias de Navarra se decidan en Navarra.

En mi opinión y hechas las reflexiones anteriores me gustaría decir a esos ciudadanos navarros que se sienten de izquierdas o progresistas y que aún no tienen decidido el sentido de su voto, que voten a Nafarroa-Bai, porque votando a Nafarroa-Bai tienen garantía de que no va a gobernar el PP, somos la unión de muchos navarros y navarras de izquierdas y progresistas y con nuestro apoyo nunca gobernará la derecha, ni en Navarra ni en Madrid; porque votando a Nafarroa-Bai tienen garantía que siempre apoyaremos aquellas propuestas de izquierdas y progresistas que se decidan en el parlamento central, luchando día a día para que sean lo más justas y solidarias posibles, trabajando día a día por los intereses de los más desfavorecidos y por un mundo sostenible; porque votando a Nafarroa-Bai tienen garantía de que los intereses y derechos de Navarra se van a defender en Madrid, sin miedos, sin engaños, sin otros intereses que los de la propia ciudadanía.

En Navarra el voto más útil para la izquierda y los progresistas es el voto a Nafarroa-Bai, por sus propuestas, por su nueva forma de entender la política, por su práctica democrática, por la ética y humanismo de sus candidatos, porque con tu aportación y participación conseguiremos que la derecha navarra, PP-UPN, deje de gobernar a Navarra y a su ciudadanía y nunca gobierne en Madrid.
Porque otro mundo es posible, es necesario recuperar los valores de una nueva izquierda y defender con más valentía, con más decisión, con más voluntad política, con más ética, en definitiva defender más y mejor a los que menos tienen y más padecen.

Crónica de una traición anunciada.

El pasado 27 de mayo de 2.007, Na-Bai concurrió por primera vez a unas elecciones municipales y al Parlamento de Navarra. Los resultados de Na-Bai fueron espectaculares, más de 77.000 navarros y navarras votaron Na-Bai convirtiéndola en la 2ª fuerza política de Navarra y consiguiendo, por primera vez en muchos años, que la sociedad civil navarra recuperara la ilusión por mandar a la derecha navarra a la oposición tras abrirse las puertas para la formación de un gobierno de progreso formado por Na-Bai, PSN e I.U.

Tras las elecciones del 27-M, al minuto uno Na-Bai, manifestó su disposición a formar parte de un gobierno de progreso presidido por el PSN, pese a ser la 3ª fuerza política, ya que, renunciando a parte de los derechos que legítimamente le habían otorgado las urnas, Na-Bai por encima de sus propios intereses, priorizó el cambio y la regeneración de la vida política en Navarra, tanto en el ayuntamiento de Pamplona, como en el Gobierno de Navarra.

Tras las elecciones del 27-M, y también desde el minuto uno, el PSN ha roto su compromiso electoral con una gran parte de su militancia y electorado, ya que, cuando en plena campaña hablaba de cambio desde la izquierda y el progreso, en realidad escondía su desmedida ambición por el poder y un enorme miedo a que el cambio en las políticas sociales, el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad navarra, la normalización de las políticas lingüísticas y culturales de nuestra tierra, la profundización de la democracia participativa, la transparencia en la gestión y lucha contra la corrupción y otras muchas cuestiones pasaran de las promesas electorales al compromiso personal y ético protagonizado por los hombres y mujeres que aportaría Na-Bai e I.U. en un gobierno de progreso.

El PSN se ha plegado a las presiones de los poderes fácticos de navarra, de los más clasistas representantes de la patronal navarra, de la jerarquía más intransigente y conservadora de la iglesia navarra, de destacados miembros de las burocracias sindicales, de los más derechistas e intoxicadores medios de comunicación locales y estatales, de militantes y ex militantes hoy afines a otros partidos e intereses inconfesables, todos ellos agitando el fantasma y el miedo del pacto con los nacionalistas.

El PSN se ha plegado a las presiones que furibundamente el PP viene haciendo en los últimos meses al PSOE de Zapatero en la defensa de Navarra y en los valores del nacionalismo español y unidad de la patria; convirtiendo a ambos partidos en los auténticos y únicos protagonistas de unas elecciones a ayuntamientos y parlamento foral donde los navarros y navarras, nada más y nada menos, nos jugábamos las políticas sociales de nuestras instituciones más cercanas y no las paranoias de los dirigentes del PP y UPN que se regocijan con el fin de la tregua y que como carroñeros profesionales sobreviven políticamente con los cadáveres que se encuentra en el camino. Navarra nunca ha estado en peligro porque el futuro de Navarra siempre será, democráticamente, decisión de los navarros y navarras.


UPN en Navarra representa y defiende los intereses de la derecha navarra, de los poderes económicos y de las multinacionales, defiende la privatización de los servicios públicos coma la educación, la sanidad, los servicios sociales, el transporte público y un largo etcétera frente a la intervención de las instituciones para combatir las desigualdades y garantizar un estado del bienestar más justo y solidario para la ciudadanía, UPN defiende la especulación frente al derecho de todos los navarros y navarras de acceder a una vivienda digna a un precio asequible, UPN defiende la precariedad y la desigualdad laboral frente al derecho que todos y todas los navarros y navarras a tener un salario justo y a un contrato de trabajo estable, UPN defiende el consumismo, el enriquecimiento ilimitado al precio que sea necesario frente a un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente ¿ cual a sido la posición social de UPN frente a la guerra de Irak, frente al derecho de los homosexuales y lesbianas a contraer matrimonio, frente a la memoria de los desaparecidos y asesinados en la guerra civil por los golpistas, frente a la jerarquía de la iglesia católica y sus intereses económicos, está claro, UPN por supuesto que tiene políticas sociales, todos las conocemos, todos conocemos sus subvenciones al Opus Dei y a la educación privada, las facilidades que dan a las constructoras y a los grandes grupos económicos, las obras faraónicas que duplican “milagrosamente” su presupuesto, todos conocemos su concepto de política cultural alienadora, ñoña y elitista, todos conocemos su odio al euskera y a la cultura popular.

Estoy convencido de que gran parte de los militantes y del electorado del PSN están tan sorprendidos, decepcionados y profundamente dolidos, como yo mismo me encuentro en este momento. Desde estas líneas mandar a todos y todas los que os sentís o simpatizáis con el socialismo un mensaje de apoyo y resistencia, apoyo, a vuestro trabajo por una sociedad más justa y solidaria, y de resistencia frente al engaño, frente las decisiones antidemocráticas, frente a los que pretenden con mentiras convenceros que la izquierda y la derecha es lo mismo y que el único peligro son los navarros y navarras que también sentimos lo vasco como parte de nuestras raíces y personalidad.

Na-Bai ha sido ya y todavía lo será más, el hecho político más importante de los próximos años en la política Navarra para la construcción de un cambio político y social real. Na-Bai es mucho más fuerte hoy que antes del 27-M y lejos de lo que otros pretenden, vamos a seguir trabajando desde las instituciones, desde los ayuntamientos y el Parlamento, ya sea en el gobierno o en la oposición, desde los sindicatos, desde los movimientos sociales, desde la cultura y por supuesto también desde la calle con más compromiso, con más ilusión y con más intensidad que nunca, ya que, en gran medida el futuro de otra Navarra posible está en nuestras manos. Tenemos que ganar democráticamente a UPN con argumentos, con trabajo, con ejemplo, con transparencia e inteligencia en favor de la ciudadanía navarra, en favor de una mayoría, que siendo los que más trabajan y luchan día a día por una vida más digna y justa, son los que menos tienen y más sufren. Aurrera Nafarroa Bai.

Engaños y mentiras.

Dentro de poco cumpliré 50 años, 50 años llenos de luchas, de utopías, de conquistas políticas y sociales, 50 años con momentos de desaciertos, de enorme cansancio, de autocrítica, con momentos de tristeza, de amargura por las injusticias padecidas, con muchos momentos de persecución política y discriminación personal; pero sin duda también 50 años con muchos momentos de orgullo, de placeres personales, de emociones y alegrías, de pequeñas victorias y objetivos conseguidos.

Desde siempre recuerdo mi propia identidad de vasco por ser navarro, de formar parte de un pueblo diferenciado, de un pueblo dividido, especialmente perseguido y agredido tras la victoria de los que se levantaron contra la república, de un pueblo con raíces históricas, diverso pero con personalidad propia, con sus propias creencias y peculiaridades, con una lengua y cultura que nos llena de orgullo y que nos dota de una personalidad singular y diferente.

Nunca he necesitado poner más adjetivos a mis sentimientos y a mi identidad; desde una posición nítidamente de izquierdas, siempre he creído, defendido y trabajado por el derecho a que cada pueblo decida libremente su propio destino, siempre he defendido el derecho a la libre determinación de los diferentes territorios que hoy componen Euskalherria y su derecho a volver a ser un pueblo unido e independiente, si así lo decide su ciudadanía, ya que tarde o temprano, estoy convencido de que ninguna nación que se considere libre, es decir, que esté compuesta por hombres y mujeres libres, puede imponer permanentemente su identidad a otro pueblo, a otra nación, también libre.

Pero además desde Navarra, el derecho a la libre determinación, es decir, a decidir nuestro propio futuro tiene un plus de legitimidad histórica, ya que, los navarros y navarras además somos titulares de derechos de origen anterior al actual ordenamiento jurídico, que nos otorgan capacidad de pacto y por tanto necesariamente capacidad de decidir.

Dicho lo anterior, sin resentimiento y respetando otras posiciones políticas y sentimientos tan legítimos como la míos, que pese a no compartir defenderé radicalmente su derecho de expresión y actividad política; quiero manifestar mi malestar por el insulto intelectual y falta de rigor dialéctico que muchos políticos, que se dicen socialistas, utilizan del término nacionalista como arma arrojadiza, como insulto, como sinónimo de insolidario, de obsoleto, de chovinista, de conservador y cómo no ?, tarde o temprano, como propensos al enfrentamiento y a la violencia.

Pueden ustedes definirme, sin ningún problema como nacionalista, aunque yo preferiría que me llamaran de abertzale, por considerarme socialista e independentista vasco al mismo tiempo.

Socialista, no socialdemócrata o socio-liberal, porque a diferencia de otros mi objetivo político no es la reforma del capitalismo; por socialismo entiendo la aspiración a superar el actual sistema capitalista, corrupto y depredador, por otro sistema más democrático, más justo y más solidario, donde no exista la pobreza y el hambre, donde todo ser humano pueda acceder a una educación y sanidad digna y eficaz, donde el respeto a los derechos humanos y al medio ambiente sea garantiza del futuro de nuestros hijos e hijas; un objetivo político al que aspiro desde que tengo uso de razón, desde posiciones democráticas y firmes, desde las instituciones, pero también desde la protesta y hasta la desobediencia civil.

Independentista vasco si, de un pueblo con las puertas abiertas y libre de fronteras, porque sepan ustedes que sintiéndome ciudadano del mundo y perteneciente al continente europeo, considero que mis raíces identitarias, es decir, mis raíces históricas, políticas, sociales, culturales y lingüísticas pertenecen a las del pueblo vasco, y esto es una decisión individual, es un sentimiento propio e intransferible y haya donde voy me siento e identifico como vasco, ya sea en Madrid, en Francia, en Marruecos o en Brasil.

Pero pese a lo dicho, ustedes, pueden seguir llamándome nacionalista, no me voy a ofender, porque para mí y me imagino, para muchos otros miembros de los partidos políticos e independientes que hemos apostado por Nafarroa Bai como el mejor proyecto para desde la izquierda y el progreso posibilitar el cambio en Navarra tras 20 años de gobierno de la derecha de UPN-PP, la nacionalidad la entendemos como un derecho personal que no tiene nada que ver con la izquierda o derecha; es radicalmente falso que el nacionalismo sea intrínsicamente de derechas, hay nacionalismos democráticos y nacionalismos no democráticos, hay nacionalismos imperialistas y anti imperialistas y también lógicamente hay nacionalismos de derechas y nacionalismos de izquierdas.

En cualquier caso reconozcan ustedes de antemano, por rigor y dignidad política, el valor de tantos y tantos nacionalistas que junto a comunistas, anarquistas y socialistas defendieron con su vida los valores de la república, a los que día a día lucharon contra la dictadura y el franquismo por las libertades y la democracia, los que sufrieron tortura y cárcel por practicar y reivindicar una cultura y lengua diferente, reconozcan sin vergüenza la legitimidad del nacionalismo democrático con el que tantas veces ustedes compartieron persecución y cómo no recordárselo ? …. también gobiernos.

En 50 años jamás me he sentido anti español y siempre respetaré su propio sentimiento de identidad nacionalista, pero ustedes que se definen como socialistas sean valientes, realmente progresistas y democráticos, no solo en los discursos y en las campañas mediáticas y cuando realicen promesas no traicionen la voluntad de un pueblo, no traicionen las ilusiones de cambio de una amplía mayoría social por intereses personales o estrategias partidistas.

Personalmente sigo apostando en Navarra por un gobierno de izquierdas y progreso que reconstruya la convivencia, que respete la pluralidad de nuestra ciudadanía, que traiga regeneración, aire nuevo e ilusiones, un gobierno que trabaje desde la solidaridad por y para la mayoría contra las desigualdades e injusticias, en el que la prioridad sea el bienestar global y no el enriquecimiento obsesivo e ilimitado de unos pocos que está poniendo en peligro la dignidad y supervivencia del ser humano. Lo demás excusas y mentiras,

Políticas sociales y gasto social.

Recientemente José Saramago, premio Nóbel de Literatura y militante del Partido Comunista Portugués manifestó, durante la última jornada del ciclo “Lecciones y Maestros”, que “la izquierda había dejado de ser izquierda”, que “ya no hay gobiernos socialistas, aunque se llamen así los partidos que están en el poder” y que “es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos”, precisando a renglón seguido que, con sus palabras, no se refería al estado español, donde el gobierno socialista “compensa la política neoliberal, de la que no puede escapar, con importantes leyes de tipo social”.

Participando de las primeras afirmaciones sobre la izquierda y los actuales gobiernos socialistas o socialdemócratas europeos, no lo estoy, de ninguna manera de acuerdo, en relación a su reflexión sobre el estado español y la supuesta compensación de sus políticas neoliberales con sus políticas en el orden social.

Yo también quisiera creer que el actual gobierno del PSOE pretende impulsar proyectos sociales de izquierdas y defender así a las más clases más desfavorecidas de la ciudadanía, pero el problema es que para ello no basta con palabras, para ello es imprescindible realizar otro tipo de políticas económicas, ya que, los proyectos sociales de izquierdas que carecen de presupuesto económico, mientras los principales grupos económicos cada vez obtienen más beneficios, pierden su valor real y su alcance práctico; un gobierno progresista que hace políticas económicas neoliberales termina haciendo políticas sociales neoliberales.

Si no, repasemos algunos datos.

Entre los años 1999 y 2006 las empresas del conjunto del estado español han visto aumentar su beneficio neto en un 73 %, más del doble que la media de la Unión Europea de los 15, un 33,2 % o de la zona euro, un 36,6 % y sin embargo los costes laborales han aumentado, en ese mismo periodo, un 3,7% frente al 18,2 % de la UE.

En el estado español el número de trabajadores con sueldos inferiores al 60% del salario medio, ha pasado de 1,3 millones en 1994 a dos millones en 2004, dos de cada tres jóvenes trabajadores tienen un contrato precario, el doble que la media OCDE. Por otra parte el 20% de la población más rica ganó, durante el año 2.005, 5,4 veces más que el 20% de la población más pobre, una diferencia que aumentó con respecto al 2002, la diferencia era de 5,1 veces más.

Algunos datos más, el estado español es el único de los treinta que forman parte de la OCDE en donde los salarios han perdido poder adquisitivo de 1995 a 2005, un 4 %. En la zona euro los sueldos subieron un 0,8% de media en el año 2006, mientras que en el estado español lo hicieron sólo un 0,5%.

Y qué ocurre con el gasto social (educación, sanidad, pensiones, familia, etc, etc) en el estado español ?, es decir, qué porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) dedica el estado a gasto social ?; pues bien según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el porcentaje de los gastos sociales sobre el PIB en el año 2005 fue del 19,56 %, más bajo que el del año 2004 que fue del 20,06 %, más bajo que el del año 2003 que fue del 19,94 % y mas bajo que el del año 2002 que fue del 19,77 %, año en el que ya estábamos 7,8 puntos del PIB por debajo de la media de la Unión Europea y solo 1,5 puntos más del PIB que dedicó el estado español en el año 1.980.

En definitiva, mientras por un lado, los beneficios empresariales siguen subiendo sin parar, un 73 %, los costes laborales son 5 veces menos que en la UE; el poder adquisitivo de los salarios en el estado español ha bajado un 4%, la precariedad laboral se ha incrementado y nos situándonos a 13.974 € del salario medio de la UE-15, por otro lado, el gasto social en el estado español se situó en 7,8 puntos por debajo de la media europea en el año 2.002 y desde entonces el estado sigue reduciendo el porcentaje del gasto social sobre el PIB…. y todavía no hemos hablado del precio de la vivienda, de los intereses bancarios, factura del teléfono, de la luz, del gas …..

Es imprescindible cambiar la actual política económica neoliberal del gobierno del PSOE si realmente queremos que se produzca una convergencia con Europa, una convergencia social efectiva con Europa, un convergencia en salarios, en servicios públicos, en prestaciones sociales, es decir, en todo lo que significa “estado del bienestar” y pese a lo que dijo Miguel Sanz en su último debate de investidura, la izquierda en Navarra si tiene alternativas económicas reales y no solo promesas utópicas imposibles de cumplir, lo que no dice Miguel Sanz es que mientras sus alternativas benefician a los que más tienen, las nuestras benefician a los que menos tienen, recortando desigualdades e injusticias, veamos algunas.

En primer lugar, son necesarios más impuestos con una mayor justicia fiscal, es decir, hay que recaudar más sobre los que más ganan y tienen, combatiendo el fraude y los paraísos fiscales.

En segundo lugar, es preciso aumentar el presupuesto económico de las instituciones que nos gobiernan, para recortar la actual diferencia en materia de protección social con la Unión Europea, es decir, renunciar al superávit presupuestario.

En tercer lugar, hay que garantizar a la ciudadanía más desfavorecida un estado de bienestar mediante el refuerzo de la calidad y el abaratamiento o gratuidad de los servicios públicos básicos tales como la educación, sanidad, transporte, dependencia, etc, etc, renunciando a la privatización y pérdida de calidad de los mismos.

Si el actual gobierno del PSOE quiere hacer políticas de izquierda y trabajar por una sociedad más justa y solidaria tiene que cambiar su actual política económica, absolutamente continuista de la del PP, ya que, como ya he dicho antes para realizar políticas económicas de izquierdas no basta con palabras, para ello es imprescindible realizar otro tipo de políticas económicas, ya que, los proyectos sociales de izquierdas que carecen de presupuesto económico pierden su valor real y su alcance práctico y mientras tanto los principales grupos económicos, multinacionales y entidades financieras cada vez obtienen más beneficios.