El pasado 27 de mayo de 2.007, Na-Bai concurrió por primera vez a unas elecciones municipales y al Parlamento de Navarra. Los resultados de Na-Bai fueron espectaculares, más de 77.000 navarros y navarras votaron Na-Bai convirtiéndola en la 2ª fuerza política de Navarra y consiguiendo, por primera vez en muchos años, que la sociedad civil navarra recuperara la ilusión por mandar a la derecha navarra a la oposición tras abrirse las puertas para la formación de un gobierno de progreso formado por Na-Bai, PSN e I.U.
Tras las elecciones del 27-M, al minuto uno Na-Bai, manifestó su disposición a formar parte de un gobierno de progreso presidido por el PSN, pese a ser la 3ª fuerza política, ya que, renunciando a parte de los derechos que legítimamente le habían otorgado las urnas, Na-Bai por encima de sus propios intereses, priorizó el cambio y la regeneración de la vida política en Navarra, tanto en el ayuntamiento de Pamplona, como en el Gobierno de Navarra.
Tras las elecciones del 27-M, y también desde el minuto uno, el PSN ha roto su compromiso electoral con una gran parte de su militancia y electorado, ya que, cuando en plena campaña hablaba de cambio desde la izquierda y el progreso, en realidad escondía su desmedida ambición por el poder y un enorme miedo a que el cambio en las políticas sociales, el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad navarra, la normalización de las políticas lingüísticas y culturales de nuestra tierra, la profundización de la democracia participativa, la transparencia en la gestión y lucha contra la corrupción y otras muchas cuestiones pasaran de las promesas electorales al compromiso personal y ético protagonizado por los hombres y mujeres que aportaría Na-Bai e I.U. en un gobierno de progreso.
El PSN se ha plegado a las presiones de los poderes fácticos de navarra, de los más clasistas representantes de la patronal navarra, de la jerarquía más intransigente y conservadora de la iglesia navarra, de destacados miembros de las burocracias sindicales, de los más derechistas e intoxicadores medios de comunicación locales y estatales, de militantes y ex militantes hoy afines a otros partidos e intereses inconfesables, todos ellos agitando el fantasma y el miedo del pacto con los nacionalistas.
El PSN se ha plegado a las presiones que furibundamente el PP viene haciendo en los últimos meses al PSOE de Zapatero en la defensa de Navarra y en los valores del nacionalismo español y unidad de la patria; convirtiendo a ambos partidos en los auténticos y únicos protagonistas de unas elecciones a ayuntamientos y parlamento foral donde los navarros y navarras, nada más y nada menos, nos jugábamos las políticas sociales de nuestras instituciones más cercanas y no las paranoias de los dirigentes del PP y UPN que se regocijan con el fin de la tregua y que como carroñeros profesionales sobreviven políticamente con los cadáveres que se encuentra en el camino. Navarra nunca ha estado en peligro porque el futuro de Navarra siempre será, democráticamente, decisión de los navarros y navarras.
UPN en Navarra representa y defiende los intereses de la derecha navarra, de los poderes económicos y de las multinacionales, defiende la privatización de los servicios públicos coma la educación, la sanidad, los servicios sociales, el transporte público y un largo etcétera frente a la intervención de las instituciones para combatir las desigualdades y garantizar un estado del bienestar más justo y solidario para la ciudadanía, UPN defiende la especulación frente al derecho de todos los navarros y navarras de acceder a una vivienda digna a un precio asequible, UPN defiende la precariedad y la desigualdad laboral frente al derecho que todos y todas los navarros y navarras a tener un salario justo y a un contrato de trabajo estable, UPN defiende el consumismo, el enriquecimiento ilimitado al precio que sea necesario frente a un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente ¿ cual a sido la posición social de UPN frente a la guerra de Irak, frente al derecho de los homosexuales y lesbianas a contraer matrimonio, frente a la memoria de los desaparecidos y asesinados en la guerra civil por los golpistas, frente a la jerarquía de la iglesia católica y sus intereses económicos, está claro, UPN por supuesto que tiene políticas sociales, todos las conocemos, todos conocemos sus subvenciones al Opus Dei y a la educación privada, las facilidades que dan a las constructoras y a los grandes grupos económicos, las obras faraónicas que duplican “milagrosamente” su presupuesto, todos conocemos su concepto de política cultural alienadora, ñoña y elitista, todos conocemos su odio al euskera y a la cultura popular.
Estoy convencido de que gran parte de los militantes y del electorado del PSN están tan sorprendidos, decepcionados y profundamente dolidos, como yo mismo me encuentro en este momento. Desde estas líneas mandar a todos y todas los que os sentís o simpatizáis con el socialismo un mensaje de apoyo y resistencia, apoyo, a vuestro trabajo por una sociedad más justa y solidaria, y de resistencia frente al engaño, frente las decisiones antidemocráticas, frente a los que pretenden con mentiras convenceros que la izquierda y la derecha es lo mismo y que el único peligro son los navarros y navarras que también sentimos lo vasco como parte de nuestras raíces y personalidad.
Na-Bai ha sido ya y todavía lo será más, el hecho político más importante de los próximos años en la política Navarra para la construcción de un cambio político y social real. Na-Bai es mucho más fuerte hoy que antes del 27-M y lejos de lo que otros pretenden, vamos a seguir trabajando desde las instituciones, desde los ayuntamientos y el Parlamento, ya sea en el gobierno o en la oposición, desde los sindicatos, desde los movimientos sociales, desde la cultura y por supuesto también desde la calle con más compromiso, con más ilusión y con más intensidad que nunca, ya que, en gran medida el futuro de otra Navarra posible está en nuestras manos. Tenemos que ganar democráticamente a UPN con argumentos, con trabajo, con ejemplo, con transparencia e inteligencia en favor de la ciudadanía navarra, en favor de una mayoría, que siendo los que más trabajan y luchan día a día por una vida más digna y justa, son los que menos tienen y más sufren. Aurrera Nafarroa Bai.
Tras las elecciones del 27-M, al minuto uno Na-Bai, manifestó su disposición a formar parte de un gobierno de progreso presidido por el PSN, pese a ser la 3ª fuerza política, ya que, renunciando a parte de los derechos que legítimamente le habían otorgado las urnas, Na-Bai por encima de sus propios intereses, priorizó el cambio y la regeneración de la vida política en Navarra, tanto en el ayuntamiento de Pamplona, como en el Gobierno de Navarra.
Tras las elecciones del 27-M, y también desde el minuto uno, el PSN ha roto su compromiso electoral con una gran parte de su militancia y electorado, ya que, cuando en plena campaña hablaba de cambio desde la izquierda y el progreso, en realidad escondía su desmedida ambición por el poder y un enorme miedo a que el cambio en las políticas sociales, el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad navarra, la normalización de las políticas lingüísticas y culturales de nuestra tierra, la profundización de la democracia participativa, la transparencia en la gestión y lucha contra la corrupción y otras muchas cuestiones pasaran de las promesas electorales al compromiso personal y ético protagonizado por los hombres y mujeres que aportaría Na-Bai e I.U. en un gobierno de progreso.
El PSN se ha plegado a las presiones de los poderes fácticos de navarra, de los más clasistas representantes de la patronal navarra, de la jerarquía más intransigente y conservadora de la iglesia navarra, de destacados miembros de las burocracias sindicales, de los más derechistas e intoxicadores medios de comunicación locales y estatales, de militantes y ex militantes hoy afines a otros partidos e intereses inconfesables, todos ellos agitando el fantasma y el miedo del pacto con los nacionalistas.
El PSN se ha plegado a las presiones que furibundamente el PP viene haciendo en los últimos meses al PSOE de Zapatero en la defensa de Navarra y en los valores del nacionalismo español y unidad de la patria; convirtiendo a ambos partidos en los auténticos y únicos protagonistas de unas elecciones a ayuntamientos y parlamento foral donde los navarros y navarras, nada más y nada menos, nos jugábamos las políticas sociales de nuestras instituciones más cercanas y no las paranoias de los dirigentes del PP y UPN que se regocijan con el fin de la tregua y que como carroñeros profesionales sobreviven políticamente con los cadáveres que se encuentra en el camino. Navarra nunca ha estado en peligro porque el futuro de Navarra siempre será, democráticamente, decisión de los navarros y navarras.
UPN en Navarra representa y defiende los intereses de la derecha navarra, de los poderes económicos y de las multinacionales, defiende la privatización de los servicios públicos coma la educación, la sanidad, los servicios sociales, el transporte público y un largo etcétera frente a la intervención de las instituciones para combatir las desigualdades y garantizar un estado del bienestar más justo y solidario para la ciudadanía, UPN defiende la especulación frente al derecho de todos los navarros y navarras de acceder a una vivienda digna a un precio asequible, UPN defiende la precariedad y la desigualdad laboral frente al derecho que todos y todas los navarros y navarras a tener un salario justo y a un contrato de trabajo estable, UPN defiende el consumismo, el enriquecimiento ilimitado al precio que sea necesario frente a un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente ¿ cual a sido la posición social de UPN frente a la guerra de Irak, frente al derecho de los homosexuales y lesbianas a contraer matrimonio, frente a la memoria de los desaparecidos y asesinados en la guerra civil por los golpistas, frente a la jerarquía de la iglesia católica y sus intereses económicos, está claro, UPN por supuesto que tiene políticas sociales, todos las conocemos, todos conocemos sus subvenciones al Opus Dei y a la educación privada, las facilidades que dan a las constructoras y a los grandes grupos económicos, las obras faraónicas que duplican “milagrosamente” su presupuesto, todos conocemos su concepto de política cultural alienadora, ñoña y elitista, todos conocemos su odio al euskera y a la cultura popular.
Estoy convencido de que gran parte de los militantes y del electorado del PSN están tan sorprendidos, decepcionados y profundamente dolidos, como yo mismo me encuentro en este momento. Desde estas líneas mandar a todos y todas los que os sentís o simpatizáis con el socialismo un mensaje de apoyo y resistencia, apoyo, a vuestro trabajo por una sociedad más justa y solidaria, y de resistencia frente al engaño, frente las decisiones antidemocráticas, frente a los que pretenden con mentiras convenceros que la izquierda y la derecha es lo mismo y que el único peligro son los navarros y navarras que también sentimos lo vasco como parte de nuestras raíces y personalidad.
Na-Bai ha sido ya y todavía lo será más, el hecho político más importante de los próximos años en la política Navarra para la construcción de un cambio político y social real. Na-Bai es mucho más fuerte hoy que antes del 27-M y lejos de lo que otros pretenden, vamos a seguir trabajando desde las instituciones, desde los ayuntamientos y el Parlamento, ya sea en el gobierno o en la oposición, desde los sindicatos, desde los movimientos sociales, desde la cultura y por supuesto también desde la calle con más compromiso, con más ilusión y con más intensidad que nunca, ya que, en gran medida el futuro de otra Navarra posible está en nuestras manos. Tenemos que ganar democráticamente a UPN con argumentos, con trabajo, con ejemplo, con transparencia e inteligencia en favor de la ciudadanía navarra, en favor de una mayoría, que siendo los que más trabajan y luchan día a día por una vida más digna y justa, son los que menos tienen y más sufren. Aurrera Nafarroa Bai.