Y pese a que esta última afirmación forme parte de las tópicas acusaciones de idealismo que recibimos desde la derecha y el conservadurismo muchos que nos decimos progresistas y de izquierdas, no voy a dejar de ejercer uno de mis derechos más preciados como es el derecho a expresar mi opinión, ya veremos si es así, de ustedes depende.
Dejando al margen el debate sobre la función social de los partidos en la sociedad actual y la nueva estructura organizativa que solo debe debatir y decidir Na-Bai y que no es objeto del presente artículo, sí que me gustaría puntualizar algunas afirmaciones, de sutil contenido ideológico, que en mi opinión se vierten en la editorial del Diario de Noticias del 18 de mayo.
No es de recibo definir, ni ideológicamente ni sociológicamente, a Na-Bai como un proyecto reformista. Estando de acuerdo en definir genéricamente al reformismo como todo movimiento social o político que pretende realizar cambios graduales o parciales a fin de mejorar un sistema, un proyecto o sociedad, y por tanto así todos podríamos definirnos como reformistas, en términos políticos, cuando hablamos de reformismo, deberemos explicar, necesariamente, cuál es el modelo de sociedad al que aspiramos y por el que trabajamos, o acaso no son también reformistas IU, el PSOE, el CDN o incluso UPN o ANV ?, o acaso es igual el reformismo liberal o neoliberal, el demócrata cristiano, el socialdemócrata o el socialista ?.
Posteriormente, si parece que la editorial del Diario de Noticias aclara sus preferencias y propone su matizada alternativa reformista cuando recomienda a Na-Bai, también sutilmente, seguir los pasos y el ejemplo de CIU, es decir, seguir los pasos de esta federación de partidos nacionalistas catalanes, uno de carácter liberal y centrista y el otro de carácter democratacristiano y perteneciente al grupo popular europeo, es decir, la misma derecha europea a la que pertenecen el PP y UPN.
Sus medias verdades se convierten en manipulación pura y dura cuando, otra vez desde la ambigüedad y sin explicar su contenido, se recomienda a Na-Bai, si quiere dejar de ser oposición y consolidar su imagen de apuesta de gobierno, dejarse de purismos y apoyar sin titubeos declaraciones institucionales como la realizada por todos los grupos políticos del Congreso de los Diputados con ocasión del asesinato de Juan Manuel Piñuel, en la que se manifestaba literalmente “… a todos los miembros de la Guardia Civil nuestro reconocimiento por la labor abnegada que realiza cada día y por el sacrificio permanente en defensa del Estado de Derecho …”, que supuestamente ha sido apoyada por 20 independientes de Na-Bai, en detrimento o frente a lo planteado por Na-Bai en el Parlamento de Navarra, cuando justa y éticamente impecable solicitaba, además de la condena del brutal atentado, el respeto de los derechos humanos y de los valores democráticos con el fin de que la paz sea, cuanto antes, una realidad. Estado de derecho, que si alguien tiene alguna duda, puede repasar leyendo los informes de Amnistía Internacional “Sal en la herida” y “2.008/30 años. Haciéndonos Escuchar” y de paso comprobar, en la página 40 de este último, la calidad de los valores democráticos de algunos dirigentes de nuestra comunidad, como los del nuevo valor socialista Sr. Roberto Jiménez, cuando en su argumentación de veto a la comparecencia de Amnistía Internacional en el Parlamento de Navarra, junto a UPN, manifestó “Amnistía Internacional ataca las instituciones democráticas del Estado”.
En mi opinión, con nombre y apellidos, la gran mayoría del electorado de Na-Bai representa, muy al contrario de lo sugerido por el mencionado editorial, los valores más progresistas y de izquierda de la ciudadanía navarra, valores para transformar la sociedad sin aceptar las desigualdades e injusticias que sufren los más desfavorecidos, no claudicar, ser exigentes en la defensa de un mundo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, no renunciar a la defensa radical de todos los derechos humanos para todos los seres humanos y pueblos.
Y estando de acuerdo en que Na-Bai tiene voluntad de gobierno y solo será posible desde el acuerdo y consenso entre sus diferentes sensibilidades, lo es para poder transformar el actual modelo de sociedad por otro más justo, es ahí donde se debemos profundizar la imagen de Na-Bai al objeto de obtener un apoyo social creciente de la sociedad Navarra. Si no, para qué sirve la política ?, para qué sirve el estado de derecho ?. Estamos hartos de palabras y fuegos de artificio que al final siempre favorecen más a los que más tienen o a sus intereses personales.
Aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y en la misma editorial realizar afirmaciones genéricas del pelo de “mayores dosis de responsabilidad y de sensatez por parte de algunos cualificados miembros de Na-Bai que, en vez de erigirse en el pegamento de la coalición, han acabado por desgastarla en un solo año con unos comportamientos personales que cabría calificar de estrambóticos”, no solo es falso y canallesco, sino y lo más grave, es un intento de manipular a Na-Bai, de sustituir el debate y pretender que el cambio que muchos reclamamos para Navarra, una vez más, se quede solo en un proyecto estéticamente progresista, en fuegos de artificio, sin contenidos transformadores y solidarios.
Para eso conmigo no cuenten. Inaceptables las formas y los contenidos. Nafarroa Bai Aurrera !.