Todos coincidimos en considerar a Na-Bai como el hecho más importante de los últimos años en la política Navarra, hecho político que ha roto el bipartidismo inmovilista de UPN y PSN y que ha posibilitado, por primera vez en 20 años, un cambio que necesita Navarra para poner fin al gobierno de la derecha y para normalizar la convivencia entre las diferentes sensibilidades identitarias existentes en nuestra sociedad. Todos coincidimos en señalar que Na-Bai representa la voluntad de gran parte de la ciudadanía de Navarra de trabajar unitariamente bajo un proyecto transversal y transformador, en el objetivo de alcanzar una sociedad más avanzada y solidaria, trabajando para que otra Navarra sea posible.
Y también todos coincidimos en afirmar que si Na-Bai pretende ser el agente principal del cambio real que necesita Navarra deberá necesariamente aprender a convivir en su propia diversidad, desde la autocrítica, la flexibilidad y el consenso, pero también desde la lealtad colectiva y el respeto sin fisuras a las decisiones tomadas, desde la coherencia y homogeneidad con los acuerdos pactados.
Hasta aquí todos estuvimos de acuerdo y sin duda era importante manifestarlo para seguir avanzando, sin embargo es ya hora de pasar de las palabras a los hechos, dar pasos concretos y ser más ambiciosos.
Siendo verdad que hay que dar un tiempo prudencial para posibilitar el consenso y el acuerdo necesario entre los partidos, no es menos cierto que si queremos mantener la enorme ilusión que Na-Bai generó en gran parte de la sociedad Navarra, Na-Bai debe seguir avanzando y transformarse, en un tiempo concreto y con plazos, en una nueva forma de organización política que de voz y capacidad de acción política a miles y miles de navarros y navarras desilusionados con una forma de hacer política sectaria, partidista y en muchos casos con graves deficiencias democráticas.
Es hora de dotar a Na-Bai de una estructura propia y estable, basada en modelos organizativos más abiertos y democráticos, posibilitando la participación política de la sociedad civil, que propongan las bases programáticas y estratégicas para propiciar que Na-Bai, en las elecciones del 2.011, aspire a convertirse en la primera fuerza política de Navarra.
Una nueva forma de organización política y social estable, con cauces internos y externos de información, con garantías democráticas de funcionamiento y participación, con equipos bien preparados y coordinados, con estrictos códigos éticos para sus cargos institucionales y con poder para finalmente, tras el rodaje necesario y ritmos que se acuerden, ser decisorios en la elaboración de los programas y en la confección de las candidaturas electorales, todo ello sin tener en cuenta la militancia política, sindical o social de sus miembros, considerando que la diversidad y la pluralidad ideológica de Na-Bai, como coalición progresista, de izquierda, abertzale y vasquista, es uno de nuestros sus mejores activos para la construcción de una Navarra más progresista, solidaria, plural y libre.
Y para construir todo lo anterior es necesario empezar de forma inmediata por la creación de la figura del afiliado o miembro de Na-Bai, por coordinar su trabajo y recoger sus alternativas, propuestas y experiencia en la gestión de multitud de sectores y problemas urgentes que tiene la sociedad Navarra, eligiendo a las mejores personas por sus ideas, por su comportamiento democrático, por su capacidad de trabajo y consenso, por su preparación y propuestas, por sus cualidades éticas y humanas, por su capacidad de formar equipos y entender la política como una cuestión colectiva y delegada, no por el color de su carnet o matices ideológicos.
Y qué pintamos los partidos en Na-Bai, se preguntarán algunos ?. Además de seguir demostrando nuestra generosidad y visión de futuro en la construcción de la Navarra del Siglo XXI, reconociendo que juntos somos más y la enorme responsabilidad que en este momento tenemos, los partidos políticos de Na-Bai tendremos el marco ideal para exponer nuestras propuestas y alternativas para propiciar nuevos debates y avances sociales, tendremos la mejor herramienta para la acción política, una herramientas más efectiva y útil en la transformación social por la que todos trabajamos, asumiendo formas de actuación política más abiertas a la sociedad, dando prioridad a los acuerdos globales sobre los matices, para construir una nueva forma de hacer política, que ya estamos haciendo, trabajando apasionadamente para transformar esta sociedad absurda, consumista e insolidaria en una sociedad diferente, más igualitaria, más justa, más libre y sostenible.